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jueves, 2 de septiembre de 2010

El inicio de un nuevo curso


No sé si os pasa, pero cuando llega el 1 de septiembre (y has disfrutado de algún día de asueto o de unas vacaciones) uno inicia el trabajo como si comenzara un nuevo curso.

Si echamos la vista atrás y recordamos cómo eran aquellos días antes ir al cole o al insti, era todo una odisea. Ibas con los papis para comprar los libros que muchas veces no los encontrabas todos y tenías que ir a varias papelerías preguntando. Los encargabas, pero no llegaban y muchas veces empezabas las clases sin tenerlos. Después el material escolar, que si bolis nuevos, que si cuadernos (de distintos colores las tapas para cada asignatura), que si un estuche, que si la maleta (en aquella época no las había con ruedecitas) lo que más: la mochila. Los forros para los libros, al principio no los habían adhesivos y los pegabas con la cinta adhesiva (toda una historia en sí). Los zapatos, los botines, el chandal. Si eras de colegio privado, el uniforme, si era público, pues caía siempre algo: un par de jersey, algún pantalón.

Y cuando llegaba ese día, ver con quién te había tocado tanto de profes como de compañeros. En qué pupitre sentarte, ni muy detrás ni muy delante. La ilusión de poderle contar a tus amigos las novedades del verano: dónde habías estado, cómo te lo habías pasado... Otras mil historias más. Por entonces no existían ni móviles, ni ordenadores, ni internet, sólo el teléfono fijo "sólo se puede hacer uso cuando sea imprenscindible". El reencuentro era: alucinante.

Los primeros días, como todo era nuevo, todo era ilusionante. Después se pasaba la ilusión y ya no había tantas ganas de volver.

Ahora que ya somos más mayorcitos y también tenemos ese 1 de septiembre, deberíamos contar con toda esa carga emocional positiva para hacer nuestra incorporación al trabajo más llevadera. Un nuevo ordenador -portátil, por favor-, una nueva blackberry, una PDA, ... para empezar no estaría mal, un par de trajes de chaqueta, algún maletín para llevar el portátil que sea mono y caro. En el caso de que estemos en una empresa: nuevo despacho o oficina, nuevos compañeros de trabajo y ya que nos ponemos, nuevos jefes. Si eres autónomo: nuevos clientes y mantener a los buenos del curso pasado, por aquello de que no hay que olvidar a los amigos. Además para hacer la cuestión más liviana, y como en el colegio, los primeros días que sean sólo de reconocimiento, hasta que no pasen unas semanas, nada de trabajo duro, nada de llevarse trabajo a casa, nada de hacer horas extras.

Bueno .... y como dice el refranero popular "soñar no cuesta nada". Espero que esto produzca una leve sonrisa y sólo queda decir "se inicia el curso laboral". Buena suerte.

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