Blog sobre la comunicación en el Tercer Sector

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martes, 28 de septiembre de 2010

La importancia de la correcta comunicación en la ONG


Inicio este post con una frase de Pau Salvador I Peris extraída de un artículo sobre la Comunicación y la Imagen en las ONG´s y comenta sobre la imagen corporativa de estas entidades: “debe ser una síntesis de la realidad de la organización y reflejar fielmente la cultura y los valores que allí se viven” y en este sentido estoy totalmente de acuerdo.

Una ONG defiende una causa que va más allá de la moda y la temporalidad, aunque conformen una minoría, la misión se mantendrá a lo largo del tiempo y del espacio, por lo que ésta debe ser fiel a los principios que hicieron que la crearan. Este factor es muy importante para la comunicación porque en una empresa se puede variar, si los objetivos obtenidos no son los deseados, la misión y finalmente, reorientarla. En el caso de una ONG si se desarrolla para apoyar o ayudar a un sector, por muy complicada o difícil que resulte, se debe mantener la misión por la que fue creada.

El Tercer Sector cuenta con “buena fama” como así lo comenta L.Olivier Scalvinoni en su artículo “La importancia de una comunicación integral y eficaz en el Tercer Sector” publicado en www.diarioresponsable.com. Un plus en positivo que implica el estar apoyando una causa o causas socialmente aceptadas. Esa “buena fama” favorece las acciones en comunicación que se realicen, pero hay que tener en cuenta que puede ser un arma de doble filo puesto que hay que ser intachables ante la gestión realizada y las acciones ejecutadas. Ya se han dado casos y noticias que han perjudicado seriamente la imagen del Tercer Sector (por ejemplo, el asunto de Intervida).

Otro factor que puede repercutir negativamente la comunicación de una ONG, es la diversidad, la cantidad de organizaciones con fines no lucrativos que existen en la actualidad. Las grandes ONG´s, las que cuentas con más fondos y mayor repercusión mediática son las que se llevan el gato al agua pues tienen mayor apoyo social. Hay, otras, la gran mayoría que no la opinión pública no les reconoce su labor, pues no poseen ni el dinero ni las estrategias necesarias. Lógicamente, al final, la sociedad se decanta por las más conocidas. ¿Qué sucede con todas las demás?

En este sentido, considero que las nuevas herramientas (Internet, redes sociales) favorecen el acercamiento de esas ONG´s que no son tan “populares” a la población. ¿Cuáles son las facilidades que se encuentran actualmente estas organizaciones gracias a los nuevos medios? Como se refleja en la Guía de comunicación para Entidades de Acción Voluntaria editada por la Dirección General de Voluntariado y Promoción Social (Comunidad de Madrid) “se ofrece una información alternativa que no dan los grandes medios, dar a conocer con un bajo coste la propia organización y sus campañas,...”. Estos factores facilitan y ayudan a que ONG´s que no cuentan con recursos para lanzarse a realizar grandes inversiones en comunicación puedan “invertir con un bajo coste” en publicitar sus proyectos.

En todo esto y frente a una política correcta de comunicación hay que tener siempre claro, más allá de los medios utilizados, que la transparencia y la profesionalidad son las claves del éxito. Lo primero porque nos facilitará el camino hacia la búsqueda de apoyo social, y lo segundo, porque es imprescindible contar con buenos profesionales que conozcan y cuenten con experiencia para hacer visible al Tercer Sector. “Con frecuencia, la penuria de medios económicos o razones de sintonía u obediencia política hacen que personas con escasa capacitación se encarguen de la tareas comunicativas. Esto posibilita que el gabinete de comunicación sólo sirva para salir del paso o mantenerse a la defensiva. Es otra forma de perder liderazgo o hundirse en la más absoluta mediocridad” (Álvarez, T., Caballero, M. 2004:145 en Vendedores de imagen. Los retos de los nuevos gabinetes de comunicación). Se necesita conocimiento e implicación, es la base fundamental del crecimiento y de la consolidación de cualquier organismo, y más de una organización no gubernamental. Profesionales que sepan cómo se trabaja dentro del Tercer Sector y que estén involucrados en las acciones que se realizan. Muchos comunicólogos que han ejercido en los sectores empresariales se acercan a los gabinetes de comunicación de las ONG´s creyendo que se trabaja de la misma forma. Pero no es así, existen diferencias que conforman peculiaridades. La más importante, la implicación personal ante la misión. Es casi imposible (por no decir, imposible) trabajar para este tipo de organismos si no crees en los objetivos por los que luchas. Considero que ésta es una peculiaridad muy importante y que no se reseña lo suficiente. Aunque esta implicación podría ser una característica de cualquier voluntario que se acerque al departamento de comunicación hay que ser consciente de que la buena gestión en comunicación e imagen es más de la mitad del éxito de una ONG. Y eso, en definitiva, revierte en ayudas económicas y en crecimiento social.

Finalmente, he estado refiriéndome en todo este post a las ONG´s pero obviamente, va implícito lo comentado también para las asociaciones y las fundaciones, porque considero que sus estrategias comunicativas van muy unidas (con ciertas connotaciones diferenciadoras que serán comentadas en otra de mis entradas).

martes, 21 de septiembre de 2010

Me niego a pensar que sólo nos mueve el interés económico


Pues eso. Me niego a pensar que sólo nos mueve el interés económico... y podría acabar esta nueva entrada, diciendo exclusivamente esto y me quedaría tan ancha. Sin remordimientos.

¿Por qué?, ¿por qué digo esto y ahora? Pues porque llevo escuchando desde hace un tiempo, una frase que ha ido calando en mi mente y no he podido olvidar ni borrar de la cabeza.

Ya comenté, hace unos meses, en una de mis primeras entradas, que Dobleese comunicación comenzaba su trayectoria profesional con el objetivo de ser una agencia de comunicación e imagen, fundamentalmente, para el tercer sector: fundaciones, asociaciones, ong´s... ¿Por qué? Porque creo en ello, creo en la necesidad de trabajar para este sector. Porque me gusta, porque quiero aportar en este campo y no en otro. Porque además de moverme por el factor económico (no seamos idealistas, tenemos que comer y disfrutar de la vida), me mueve mi conciencia personal. ¿O es que nos hemos olvidado que tenemos conciencia y que a algunos de nosotros nos gusta llevarnos bien con ella?

Llevo escuchando, como he dicho antes, desde hace unos meses, desde cuando empecé a hablar a mis amigos y conocidos que tenía en mente crear Dobleese comunicación, que "el tercer sector, no da dinero", "con eso no te vas a hacer rica".

En realidad, esta cantinela la escucho desde que hice la carrera: "Los periodistas son unos profesionales muy mal pagados".

Francamente, soy consciente de una cosa y de la otra. Pero no por ello, voy a dejar de trabajar en lo que creo. Ya es complicado, levantarse todos los días y sentarse delante del ordenador, y escribir y crear y diseñar y hacer una llamada o simplemente, comunicar, para que encima no lo hagamos convencidos de nosotros como personas y de nosotros como profesionales.

Eso es como cuando llegué a la conclusión que junto al tercer sector, iba a ofrecer los servicios de gabinete de comunicación e imagen a los autónomos. Ya escuché que me dijeron "los emprendedores están secos". Vaya... está claro que mientras no me contrate un imperio como Zara, o la todopoderosa Movistar (antiguamente llamada Telefónica) no seré nadie.

Espero no estar equivocada, pero el camino que inicié hace unos meses, lo hice por convencimiento y mientras siga convencida de que lo que estoy haciendo para quien lo esté haciendo, esté bien, seguiré hacia delante.

jueves, 9 de septiembre de 2010

Novedades en Dobleese y la RSC


Estos primeros días de septiembre han traído novedades al mundo de Dobleese comunicación. Por un lado, en el plano profesional, la colaboración activa con la Fundación CTAER (Centro Tecnológico Avanzado de Energías Renovables), en el ámbito de la comunicación. Esta Fundación es un referente en Andalucía en el sector de la Energías Renovables gracias a su presidente, Valeriano Ruiz, catedrático de Termodinámica del departamento de Ingeniería Energética de la Universidad de Sevilla y a la labor del personal que trabaja en la Fundación.


Considero que en ese aspecto Andalucía tiene mucho que decir al resto del mundo, porque existen profesionales que llevan años desarrollando e investigando tecnologías que están sirviendo, y sobre todo, servirán para el cambio del sistema energético imperante en la actualidad, y también por los recursos naturales con los que contamos en nuestra región.


Espero que cada vez más la sociedad, en conjunto, y los líderes políticos-económicos se involucren en este cambio que es de necesario cumplimiento por nosotros y por los que han de venir.


En este sentido, la reflexión de estos días, y por lo que considero que es importante hacer una breve valoración personal, es sobre el concepto de responsabilidad social. No olvidemos que más que un termino novedoso, muchos ya lo están vaciando de contenido, es un compromiso personal con el mundo que nos rodea. Esa sigla RSC (responsabilidad social corporativa) que tan de moda está y que tanto uso le dan las empresas “para quedar bien” socialmente, debería ser usada con más voluntad de contribuir activamente a la sociedad. No debería ser utilizada como publicidad de una gestión empresarial sino como una implicación ética al entorno en el que desarrollas tu labor, sin necesidad de vender tus acciones, llamémosla responsables, a bombo y platillo. Yo creo que muchas entidades, corporaciones, y en general, empresas están olvidando el sentido de estas palabras. Se sienten más con la obligación que con la necesidad, y es una pena, porque la palabra “responsabilidad” implica más que una carga, una motivación por hacer que este mundo sea cada vez un poquito mejor.

jueves, 2 de septiembre de 2010

El inicio de un nuevo curso


No sé si os pasa, pero cuando llega el 1 de septiembre (y has disfrutado de algún día de asueto o de unas vacaciones) uno inicia el trabajo como si comenzara un nuevo curso.

Si echamos la vista atrás y recordamos cómo eran aquellos días antes ir al cole o al insti, era todo una odisea. Ibas con los papis para comprar los libros que muchas veces no los encontrabas todos y tenías que ir a varias papelerías preguntando. Los encargabas, pero no llegaban y muchas veces empezabas las clases sin tenerlos. Después el material escolar, que si bolis nuevos, que si cuadernos (de distintos colores las tapas para cada asignatura), que si un estuche, que si la maleta (en aquella época no las había con ruedecitas) lo que más: la mochila. Los forros para los libros, al principio no los habían adhesivos y los pegabas con la cinta adhesiva (toda una historia en sí). Los zapatos, los botines, el chandal. Si eras de colegio privado, el uniforme, si era público, pues caía siempre algo: un par de jersey, algún pantalón.

Y cuando llegaba ese día, ver con quién te había tocado tanto de profes como de compañeros. En qué pupitre sentarte, ni muy detrás ni muy delante. La ilusión de poderle contar a tus amigos las novedades del verano: dónde habías estado, cómo te lo habías pasado... Otras mil historias más. Por entonces no existían ni móviles, ni ordenadores, ni internet, sólo el teléfono fijo "sólo se puede hacer uso cuando sea imprenscindible". El reencuentro era: alucinante.

Los primeros días, como todo era nuevo, todo era ilusionante. Después se pasaba la ilusión y ya no había tantas ganas de volver.

Ahora que ya somos más mayorcitos y también tenemos ese 1 de septiembre, deberíamos contar con toda esa carga emocional positiva para hacer nuestra incorporación al trabajo más llevadera. Un nuevo ordenador -portátil, por favor-, una nueva blackberry, una PDA, ... para empezar no estaría mal, un par de trajes de chaqueta, algún maletín para llevar el portátil que sea mono y caro. En el caso de que estemos en una empresa: nuevo despacho o oficina, nuevos compañeros de trabajo y ya que nos ponemos, nuevos jefes. Si eres autónomo: nuevos clientes y mantener a los buenos del curso pasado, por aquello de que no hay que olvidar a los amigos. Además para hacer la cuestión más liviana, y como en el colegio, los primeros días que sean sólo de reconocimiento, hasta que no pasen unas semanas, nada de trabajo duro, nada de llevarse trabajo a casa, nada de hacer horas extras.

Bueno .... y como dice el refranero popular "soñar no cuesta nada". Espero que esto produzca una leve sonrisa y sólo queda decir "se inicia el curso laboral". Buena suerte.