Soumitra
Duttra decía:
“Los días en los que unos pocos elegidos tenían el poder han terminado.
El poder en la Red
se asigna en función de la experiencia y no de quien es usted. La gente con mas
conocimiento es el nuevo motor del sistema, no necesariamente quien ostenta los
títulos”.
Esta frase que ha sido extraída de una presentación ofrecida por Dolors Reig, me hizo reflexionar
sobre la “liberalización” del saber.
La
idea de que el conocimiento es universal es simplemente una quimera.
Actualmente estamos mas próximos a que la gran mayoría pueda tener acceso al
conocimiento, pero aún queda un largo trayecto quizás el más difícil y
tortuoso. Aún se puede decir que es amplía la brecha digital en Educación.
Este post quiero dedicarlo, como primera aproximación, a los entornos virtuales de aprendizaje, es decir, a esos instrumentos que permiten el acceso libre y gratuito a la
educación, pero, además, desde el punto de vista del formador (entidad o profesional)
que debe elegir por la aplicación más idónea según su perfil, y su proyección profesional.
Me he centrado en tres tipos de agentes: el profesional como individuo generador de formación, el centro educativo (empresa privada, entidad pública) y las universidades.
Por supuesto, no listo todas los que son sino un pequeño ejemplo de las amplías posibilidades que la Red ofrece.
Para el profesional libre
Skillshare
es una comunidad abierta donde el autor/formador tiene la posibilidad de subir sus clases. Hay dos
formas de impartirlas, a través de Internet (online) o presencial, es
decir, de forma local (informas de cuándo y dónde la vas a impartir, y los
interesados se apuntan). Postear una
clase es gratuito. Skillshare carga un 15% de todos los tickets vendidos al profesor. El precio que paga el estudiante es el que se muestra
(hay clases gratuitas). En España no hay anunciado actualmente ninguna y la gran mayoría son online.
Claroline es un software de código abierto y trabajo colaborativo virtual. El formador puede crear su curso online. Es una de las más conocidas y está traducida a 35 idiomas (incluido el español).
Algunas plataformas en español:
Escientia.me tiene un fácil manejo, los cursos pueden ser gratuitos o de pago. Si eres
alumno no deberás pagar nada, y si eres el formador y le has puesto precio al
curso, la web se llevará un 30%.
Cursaronline.com
es una web donde el formador puede subir su curso en powerpoint. La publicación
del curso es gratuita. Como en los anteriores ejemplos, puede ser sin o con coste para el alumno. En este último caso, el formador recibirá el 50% de los beneficios
obtenidos.
A
todas estas plataformas hay que sumarles las redes sociales: Facebook, Twitter,
los blogs como Wordpress o Blogger son una vía muy útil para que el
profesional formador quiera difundir sus conocimientos, darse a conocer en una
comunidad educativa y establecer contactos con posibles estudiantes. Los social media también, en estos casos, se postulan como una base esencial para crear tu propia imagen de marca como formador en la Red.
Para centros de formación
Hay
una amplia variedad de plataformas virtuales en las que se puede apoyar un
centro de formación a la hora de obtener mayor promoción entre su público, que
no es otro que los estudiantes. Hay entidades que ya llevan algunos años utilizando la versatilidad del online para acompañar la formación offline. Pero algunas han dado el salto a la Red para ofrecer cursos de cierto prestigio con una base completamente digital.
Por
supuesto, Moodle es la plataforma virtual mas conocida y usada, sus ventajas superan con creces
sus desventajas, y comparándola con otras
plataformas, sigue ganando con diferencia.
Atutor
es también bastante reconocida. Es una plataforma muy utilizada en los centros
educativos. Es de fácil manejo y operatividad. La última versión fue liberada
en octubre (hacía mas de un año de la anterior versión).
Tutellus
es una plataforma española con visión internacional. Puede servir muy bien para
el profesional o para una pequeña empresa de formación. Se pueden realizar
los cursos online o en el propio local. La plataforma cobra el 15%, en el caso
de que se venda el curso. A los estudiantes, como en las demás web, le sale
gratis.
¿Pero
por qué no promocionar tu curso a través de Internet y con ello alcanzar
notoriedad? Por ejemplo, E-magister que pertenece a la empresa Intercom
(Infojobs.net, Softonic) tiene mas de 10 años de experiencia y, como cuenta en
su web, listan más de un millón de cursos en 6 idiomas. Te da la posibilidad
de publicar los cursos de forma gratuita. Otra web con un directorio bastante
completo es Educaweb. Posee una utilidad “te ayudamos a llenar las aulas” donde
te asesoran para el posicionamiento en la Red.
Para universidades
Coursera
es una empresa privada que ofrece cursos con profesores de universidades tan
prestigiosas como Princeton y Stanford (en total, 33 Universidades). Entre las
materias que imparten: Álgebra, Algoritmos, Inteligencia Artificial, Lenguaje
de programación,... Los cursos son gratuitos, y tienen una fecha de inicio y de
finalización. Cuenta con un importante foro de opinión, con test al final de
cada tema, y con ciertos trabajos a lo largo del curso.
EdX es una iniciativa de universidades muy reconocidas como Harvard University,
Massachusetts Institute of Technology (MIT) y Berkeley University, y en sí, es
una evolución del Open Courseware Consortium que comentaré posteriormente. En
este sentido, se ofrecen cursos gratuitos especializados en materias como Ciencia, Humanidades y Tecnología, y cuentan, como en el caso del anterior, con fecha fija, vídeos tutoriales, pruebas y ejercicios online.
Esta
modalidad de cursos abiertos y masivos en línea, denominados MOOC, han ido
proliferando, sobre todo, durante estos últimos años. Más allá de su utilidad (que
no se cuestiona), de acercar la enseñanza de élite a estudiantes que por
distancia o por economía no pueden acceder a este tipo de cursos, está el propio objeto final de la entidad que los organiza. Los datos obtenidos: estudiantes
inscritos, temas de mayor interés, opinión en los foros, participación y
trabajos realizados. Todo ello ofrece una cantidad ingente de información útil
y práctica para iniciar, en un corto plazo de tiempo, el camino a los cursos de
pago. La entidad tiene a su alcance la demanda real y con ello, puede diseñar la oferta más idónea. Además, es una combinación
perfecta para crear sinergias entre la universidad y la empresa privada (gestores de contenidos, programadores, desarrolladores web,...).
En
España ya hay iniciativas muy similares. Cabe destacar la de la UNED que ha creado su propia plataforma con cursos online gratuitos.
OpenCourseware Consortium es una plataforma mundial, y con mucho
arraigo en España, donde se publica material de docentes universitarios que
quieren, y fomentando la sociedad del conocimiento, compartir material bajo
licencia Creative Commons.
Me gustaría señalar en este punto que no hay que dejar a un lado la actualidad y ser conscientes de los problemas generados con la subida de tasas en la Universidad española. Así lo
demuestran los datos: el número de estudiantes universitarios ha disminuido el
10% en este año académico 2012-2013 por factores como el incremento del precio de las matrículas y el
recorte en las ayudas. Es por ello que no es descabellado pensar sobre la necesidad de buscar alternativas para acercar la educación a aquellos estudiantes,
que en la actualidad, no pueden acceder a la Universidad.
Por el interés que puede suscitar la variedad de iniciativas que están ofreciendo estas entidades, os enlazo con otros ejemplos MOOCS.
Es evidente la importancia de la elección correcta de una plataforma virtual de aprendizaje como instrumento de
canalización del conocimiento, pero también es relevante la vocación del formador/entidad que quiera
transmitirlo. La finalidad misma de todo ello es que el estudiante forme parte de la
educación como elemento activo de la enseñanza. La creación de contenido, la eficacia del trabajo y las
aplicaciones que se utilicen son la base fundamental de una educación
con visión integradora.
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